Bibliotecas

Gómez Suárez de Figueroa es el nombre con que el Inca Garcilaso de la Vega fue nombrado entre los suyos. Nació en el Cuzco el 12 de abril de 1539. Por su madre, Isabel Chimpu Ocllo, se relaciona directamente con Túpac Yupanqui y Huayna Capac. Por su padre, el capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, conoció de cerca a los conquistadores que desbrozaron los caminos en América y, más tarde, ya en España, a los círculos académicos de Andalucía. Cuando murió, a los 77 años, se redactó un Inventario de bienes (Archivo de Protocolos de Córdoba, oficio 29, protocolo 35, folios 521v – 525v) que da cuenta de una parte de su biblioteca, la que quedaba luego de su paso de Montilla a Córdoba.

Con la del Inca Garcilaso atendemos tanto la biblioteca del que muchos consideran el primer peruano como la de un verdadero humanista americano. Además de la literatura italiana, española (europea en buena cuenta), escrita en romance o en latín, se debe contar con los volúmenes de la tradición clásica, como es el caso de Aristóteles. Todo este caudal de la renovación moderna desde la Antigüedad grecolatina viene acompañado de un nutrido contingente de textos sobre América, sobre el Nuevo Mundo. Esta biblioteca digital Inca Garcilaso de la Vega, partiendo de estudios clásicos como el de José Durand (jose-durand), presenta los volúmenes inventariados; sin embargo, debemos atender  aquella otra que se desprende de sus obras por referencias o citas. La biblioteca del Inca Garcilaso es un testimonio fascinante de un humanista indianos que a caballo entre el siglo XVI y el XVII historió el descubrimiento de dos mundos: los europeos que creyeron encontrar el Edén perdido y los americanos que devoraron esa cultura ultramarina que hoy habita, transformada y mestiza, su fantástica geografía.