Bibliotecas
Bibliotecas
La Florida del Inca, por el Inca Garcilaso de la Vega
Aun cuando la Florida del Inca se imprime en 1605, se sabe de su existencia gracias a la dedicatoria que el autor le hizo a Felipe II en su traducción de los Diálogos de Amor, con fecha de 1586. Para la redacción de esta obra, el Inca Garcilaso uso diversas fuentes impresas: las crónicas de Francisco López de Gómara y Acosta, en el ámbito historiográfico de las Indias; y Naufragios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, el poema Elegías de varones ilustres de Juan de Castellanos o la misma épica de Alonso de Ercilla, en el ámbito de la entonces reciente ficción americana.
En 2006, Raquel Chang-Rodríguez editó un conjunto de estudios sobre La Florida del Inca, que reúne las contribuciones de destacados garcilacistas y estudios del período virreinal americano. En su «Introducción», la editora explica acertadamente el contexto de producción de la obra y su repercusión en el ámbito hispánico:
La Florida del Inca es un texto fundacional de la historia de la cultura de América, la del Norte y la del Sur. En esta crónica el Inca Garcilaso de la Vega (1539 – 1616) ofrece una singular visión de la expedición de Hernando de Soto (1539 – 1616) a un vasto territorio entonces conocido como La Florida: hechos y personas se representan desde una perspectiva mestiza y americana que iguala a europeos e indígenas. Al ofrecer la historia de esa jornada, Garcilaso la relaciona con otras conquistas, en particular la del Tahuantinsuyo, y de este modo da cuenta del impacto de tales sucesos en geografías y comunidades diversas. La Florida del Inca despliega un episodio de la compartida historia de las Américas: en ella España y su empresa imperial devienen en el común denominador de una conflictiva experiencia cuyas consecuencias han marcado el pasado y el presente; en ella la población nativa juega un papel principal; y en ella el narrador cuestiona abierta o sutilmente las acciones de los conquistadores exponiendo las consecuencias de este comportamiento (p. 15).