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Jean Antoine Nollet fue un físico francés del siglo XVIII, eclesiástico e ilustre miembro de la Academia Real de las Ciencias de París. El libro en cuestión -referido por Cárdenas- es un manual práctico elaborado por el Abad, por encargo de dicha Academia, que describe en detalle la manera en que se fabrican sombreros, a partir de los diferentes materiales comercializados en Europa. Entre ellos, refiere al pelo de vicuña, procedente del Perú. Es sobre este último punto por el que Cárdenas lo menciona. En su Antepropósito argumenta cómo él ha sido capaz de hacer elaborar vestidos completos hechos únicamente a partir de lana de vicuña, algo que, según Cárdenas, es considerado como imposible por el Abad Nollet.

Si bien es cierto el Abad Nollet no dice nunca textualmente que dicho proceso no puede ser realizado, si sugiere que la lana de vicuña es muy delgada, por lo que, para fabricar tejidos resistentes, es necesario trabajarla con otro material. Así, Santiago de Cárdenas pone en evidencia dos cosas: su incredulidad a la palabra escrita a través de un tono desafiante ante la verdad establecida, a partir de su propia experiencia. Pone en manifiesto también su ingenio, el cual considera su más valiosa virtud y el motivo ulterior por el cual su propuesta merece ser escuchada.

Esta referencia tiene una particularidad y es que la primera edición del texto —en francés, de 1765, en español, de 1771— es posterior a la fecha a la que suele asociarse el manuscrito de Cárdenas: 1762. Como esta mención se hace en el Antepropósito, texto que precede a los memoriales, esto permite concluir que Cárdenas introdujo esa sección por lo menos 3 años después de haber emitido el segundo memorial, siendo lo más plausible que no fuera sino hasta una década después, ya que es poco probable que haya podido acceder al original en francés.