
Noticias

Día del Libro: del papel a la nube
23 abril, 2025
El Día del Libro nos invita a celebrar la palabra impresa, su peso para transformar a las sociedades y su papel en la construcción de memorias, pero también debe interpelarnos por el futuro de aquello que aún no ha sido digitalizado: ¿Qué ocurre con los libros que no están en el paisaje digital? ¿Cómo se garantiza que sigan existiendo en un país donde la humedad, el fuego y la desidia institucional los amenazan?
Hoy, las Humanidades Digitales constituyen un campo interdisciplinario que une las herramientas de la informática con las preguntas, los métodos y los objetos de estudio propios de las disciplinas humanísticas. Su finalidad no es solo facilitar procesos técnicos como la digitalización o el almacenamiento en la nube que están relacionados a la preservación digital de libros –libros antiguos o de importancia para la investigación y que pueden ser utilizados como fuente primaria–.
En el contexto peruano, este campo aún se encuentra en una etapa incipiente. Los esfuerzos institucionales y académicos aún son dispersos: algunos programas de estudio y laboratorios de investigación comienzan a construir puentes entre la tecnología y las humanidades. Con ello, no hay un paisaje académico que valore social o económicamente el desarrollo de soluciones digitales para archivos, textos o fuentes históricas. Y, a eso, debemos agregar que algunos humanistas tienden a ver al profesional técnico digital como un «ejecutor», no como un coinvestigador.
En el entorno tecnológico, prácticas como el software libre, el acceso abierto y la circulación libre del conocimiento se han consolidado como principios fundamentales. A pesar de ello, en algunos sectores de las humanidades aún predominan lógicas y modelos cerrados sobre la gestión del conocimiento, donde el acceso a libros, documentos o archivos suele ser restringido o poco difundido, donde las instituciones tienen una lógica de custodia, pero no de circulación.
Ante esta realidad, es necesario reflexionar sobre la digitalización, no como un acto exclusivamente técnico, sino como un proceso con implicancias culturales, sociales y políticas. Digitalizar no equivale a reemplazar el libro impreso, sino a darle continuidad bajo nuevas condiciones materiales, garantiza su preservación y amplía su acceso. En ese sentido, los proyectos de digitalización deben ser comprendidos como una suma de procesos (escanear o fotografiar, indizar metadatos, describir objetos y alojarlos en repositorios) al servicio de la investigación y del derecho a la memoria colectiva.
Así, la digitalización del patrimonio documental en el Perú se enfrenta a múltiples barreras estructurales que limitan su alcance e impacto. Primero, no existe una cultura de colaboración real entre humanistas y expertos en tecnología pues los vínculos suelen ser funcionales y breves. En segundo lugar, persisten brechas tecnológicas y presupuestales, porque muchas bibliotecas y archivos carecen del equipamiento, personal y financiamiento necesarios para digitalizar sus colecciones. A todo ello se suma una desigualdad territorial, pues la mayoría de las iniciativas de digitalización se concentran en la capital, se reproduce un centralismo histórico y se deja a las regiones en la invisibilidad documental.
Lamentablemente, incluso cuando se digitaliza, el acceso sigue siendo limitado por falta de difusión, visibilidad o integración en plataformas públicas. Lo digital, sin acceso abierto, puede convertirse en un nuevo muro, no en un puente. Por ello, desde 2015, Estudios Indianos asume un papel activo en la investigación y la salvaguarda del patrimonio bibliográfico americano. En nuestra plataforma web, pueden encontrar ejemplares de los siglos XVI al XVIII, en lenguas romances o lenguas amerindias, sobre diversos aspectos de la herencia virreinal americana. Nuestra labor de curaduría digital consiste en proporcionar el acceso a volúmenes digitales libres en plataformas seguras, reseñar brevemente cada obra y organizar su contenido a través de temas y etiquetas (palabras claves) para facilitar la búsqueda y el acceso a la información.
A la pesquisa y la difusión digital hemos sumado el trabajo de digitalización. Gracias al Endangered Archives Programme de la British Library, estamos digitalizando la colección especial de la biblioteca del convento de Santo Domingo de Lima, compuesta por doscientos ejemplares con encuadernación en tapa dura y en pergamino flexible, de variados tamaños, y que datan del siglo XVI al siglo XVIII. Estos libros dan cuenta de la riqueza de la cultura impresa peruana y de la importancia de la primera orden religiosa que llegó al Perú. Este es nuestro proyecto piloto y punto de partida para contribuir con la preservación digital en otros importantes espacios culturales del país.
El libro no ha desaparecido, se ha transformado. En la actualidad, sus contenidos transitan entre soportes físicos y digitales, entre estanterías y servidores, entre la biblioteca y la nube. Este tránsito no implica pérdida, sino la posibilidad de continuidad. Celebrar el Día del Libro debe ser también un llamado a la reflexión sobre aquellos libros –y documentos– que podrían dejar de existir si no se preservan digitalmente. Digitalizar no es solo escanear, es decidir qué recordar, cómo compartirlo y quién accede a esa información. Para ello, se necesitan profesionales –humanistas digitales, técnicos informáticos, abogados, etc.– que creen sinergias desde sus campos de trabajo, políticas públicas activas y una ética del conocimiento compartido. Solo así la memoria será, verdaderamente, de todos.
Enrique Napoleón Urteaga Araujo
Daphne Cornejo Retamozo
Investigadores de Estudios Indianos
*Imagen tomada del Facebook del Museo del Convento de Santo Domingo de Lima
No te pierdas...

11 septiembre, 2024
San Francisco Solano: un santo, una parroquia

4 septiembre, 2024