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La monarquía católica sustentó su presencia en los territorios ultramarinos sobre la base de una alta burocracia que -en el ejercicio de su profesión- recorría todos los territorios del imperio. Virreyes, oidores, fiscales, entre otros funcionarios públicos pasaron por el Caribe, las Filipinas, México, Centroamérica y los Andes. Algunos de ellos, como es el caso de Antonio de Morga, decidieron plasmar su experiencia y las informaciones que fueron recogiendo en libros y tratados que publicaron en la época. Lo interesante e importante de la obra de Morga es que integra en ella la historia de las Filipinas bajo una visión de imperio, en la cual la vincula con la Nueva España, así como con el Perú, sin contar la relación con el Japón, la China y demás espacios económicamente relacionados. Sin duda, es un material de consulta valioso para estudiar los vínculos entre el Perú y Asia, tarea en la cual la historiografía ha dado a conocer nombres de personajes vinculados al virreinato peruano que tuvieron una participación activa en la historia local de varios territorios del continente asiático.