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Relación verdadera de una carta que envió el padre prior de la orden de Santo Domingo, de la ciudad de Úbeda, al Abad mayor de San Salvador de la ciudad de Granada
En 1617 la primera imprenta de América del Sur publicaba este interesante documento que narra un acontecimiento acaecido en Ubeda – España en base a un original que había sido impreso en Sevilla. El autor sería el Fray Agustín de Torres, quien expone el caso de la monja María Muñoz. Los hechos que rodearon este caso de trastorno genético tienen la peculiaridad de tener una gran cantidad de detalles que nos permiten explorar posibles diagnósticos médicos. Cabe destacar que los temas médicos de variantes sexuales no eran ajenos a las sociedades de los siglos previos o posteriores al siglo XVII.
Los estamentos eclesiales y administrativos no fueron ajenos a casos de hermafroditismo. Aunque se podría decir que la iglesia católica fue un actor dentro de la asignación del sexo de alguien como María Muñoz, creo que debemos ser conscientes del contexto histórico y médico de la época. Cuando un individuo nace con una ambigüedad sexual podemos ver que hay cierta curiosidad entre la población que provoca que la noticia se divulgue rápidamente, como en este caso. A pesar de ello, es importante resaltar el cuidado con el que los involucrados trataron el tema mientras María Muñoz hacía este transito entre su vida en claustro y su futura vida junto a su padre.
Actualmente, el hermafroditismo puede ser clasificado como “hermafroditismo verdadero” – individuo con un ovario y un testículo –; o como “seudohermafroditismo masculino o femenino” – el individuo muestra un sexo genético y gonadal masculino, aunque los genitales externos sean femeninos –. En nuestro contexto, se necesitan pruebas de laboratorio – pruebas genéticas, perfil hormonal, ultrasonido, etc. – que nos permitan un diagnóstico médico exacto. A pesar de esto, el documento es altamente descriptivo e incluso podríamos compararlo con casos de “seudohermafroditismo masculino” o con síndromes que se relacionan con un trastorno del desarrollo sexual – como el síndrome de Swyer u otros –. Esto convierte a la fuente en una herramienta fundamental para aquellos que quieran explorar como fueron tratadas algunas enfermedades durante el siglo XVII.
La presente documentación, nos permite explorar distintos puntos que conectan la medicina, la genética, la religión, la sociedad y la identidad. También, nos deja ver la rapidez con que las noticias se transmitían dentro de un Imperio Español tan extenso geográficamente. Finalmente, fuentes como esta nos obligan a explorar el trabajo multidisciplinario para aprovechar toda la información que puede brindar un documento como este.
Enrique Urteaga
Estudios Indianos