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Instrucción de testamentos para quien le quisiere hacer por sí solo sin comunicarle con escribano ni letrado ni otra persona alguna

Authors: Bartolomé Badillo

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Este peculiar libro, escrito por Bartolomé Badillo y publicado en Lima por la imprenta de Julián Santos de Saldaña en 1675, constituye una fuente de importancia histórica para quien se interese en conocer los testamentos como documentos jurídicos y espirituales de la época virreinal en el Perú.

Bartolomé Badillo, cuya información biográfica es limitada, fue un erudito de las letras que nació en Tucumán en 1601. Se graduó como doctor en Teología en la Universidad de San Marcos, donde tuvo una destacada presencia simbólica, ya que fue rector y catedrático de la misma universidad en tres ocasiones. Por otro lado, se conoce que formó parte del grupo inquisitorial de la época virreinal. Por ello, dentro de su producción intelectual encontramos sermones, como el que escribió a propósito de los teólogos del Perú, así como el presente breve libro, en el que da a conocer las instrucciones para elaborar el contenido de un documento tan importante como un testamento.

En primera instancia, el libro presenta la aprobación del documento para su posterior impresión, a cargo del Dr. Don Diego de León Pinelo. En ella, se argumenta la importancia de preparar los asuntos terrenales antes de la muerte, según las palabras de Jesucristo, así como la necesidad de evitar disputas legales después del fallecimiento. Además, se señala la existencia de un libro similar escrito por el Padre Eusebio Nieremberg, y se incluyen ejemplos del derecho romano y figuras históricas que resaltan la importancia de hacer un testamento.

Seguidamente, el autor hace una exhortación al público lector: debido a la gran importancia de este documento, es menester que sea escrito a plena conciencia y responsabilidad, teniendo en cuenta el juicio final y la salvación del alma. Dicho esto, el autor dedica gran parte del libro a explicar cómo distribuir los bienes y propiedades del testador de manera justa y equitativa entre sus descendientes o ascendientes. Asimismo, se presentan instrucciones detalladas en relación con la herencia, las deudas, las donaciones y las tutelas, haciendo énfasis en incluir en el testamento disposiciones para misas, limosnas y otras obras pías en beneficio del alma del testador.

Finalmente, el libro contiene dos apartados: por un lado, encontramos la profesión de la fe católica, en la cual se debe señalar la fidelidad y la credulidad en los santos, en Cristo, la iglesia católica y sus sacramentos. Además, se debe agradecer e implorar la misericordia y el perdón divino. Por otro lado, encontramos una breve oración para la muerte, donde se enfatiza la fe cristiana y el deseo de ser acogido por Dios en su infinita misericordia.

En definitiva, Instrucción de testamentos representa un tesoro histórico y cultural. Su contenido nos permite adentrarnos en la concepción del testamento durante la época virreinal, que revela su doble dimensión: jurídica y espiritual. Badillo no sólo nos ofrece una guía práctica para la elaboración de este trascendental documento, sino que también nos invita a reflexionar sobre la importancia de la preparación para el más allá, poniendo en relieve la profunda religiosidad que caracterizaba a la sociedad de aquel entonces.

Beatriz Cano Blas
Universidad Nacional Mayor de San Marcos