Bibliotecas

En Lima, el año de 1641, se imprimió el poema Santuario de Nuestra Señora de Copacabana en el  Perú compuesto por el agustino, calificador del Santo Oficio, Fernando de Valverde. El poema, compuesto por 18 silvas, está dedicado a la virgen y su santuario de Copacabana.

Carlos García Bedoya, en La literatura peruana en el período de estabilización colonial, define al poema de Valverde como una mezcla de lo épico y lo bucólico. Ahí mismo destaca la relevancia de los pastores indígenas que acuden al santuario para rendir culto a la Virgen María en un viaje de connotaciones alegóricas. Mención especial merecen los personajes alegóricos que simbolizan los diversos espacios que conforman el escenario virreinal: Castilla del Oro, Nuevo Reino de Granada, Quito, Chile, Tucumán, Paraguay y, desde luego, el Rey Perú, escoltado por dos princesas, Lima y Cuzco.