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Según la catalogación de la Biblioteca Nacional de España, este impreso cuenta con la signatura PORCONES/171(31). Es decir que, en esta institución, la literatura judicial se conserva a modo de colecciones y tipos documentales como las alegaciones en derecho, coloquialmente conocidas como porcones: por su forma habitual de comenzar con los términos Por y Con, en donde se identifican demandante y demandado respectivamente. Así, este impreso forma parte del litigio entre la vizcondesa de Peñaranda y Petronila Antonia Uribe de Salazar por las encomiendas de Andajes y Atavillos, espacios geográficos que se ubicaron en el actual departamento de Lima.

Andajes fue la región sureña del corregimiento de Cajatambo. Según Hugo Pereyra, la referencia documental más temprana a los asentamientos que formaban parte del repartimiento de Andajes se encuentra en una cédula fechada en Lima, el 15 de enero de 1536, por la cual Francisco Pizarro designó a Hernando de Montenegro el Viejo como encomendero del curaca Tumay Guarax, señor del pueblo Andax o Andajes. Pereyra también señala que, entre las últimas décadas del siglo XVI y las primeras del XVII, se pudieron formar «los 27 pueblos de corte hispánico que históricamente integraron el repartimiento de Andajes y que cubrían una variada gama de pisos ecológicos» (p. 213).

El curacazgo de los Atavillos se situaba en la banda derecha del río Chancay y se dividía en: Atavillos bajo y Atavillos alto. En tiempos virreinales, y después de las reducciones toledanas, sus dos pueblos principales fueron: Pallac y Pasac. Francisco Pizarro, en 1534, otorgó esta zona a Juan Mogrovejo de Quiñones, quien la tuvo por poco tiempo, y, luego, la retomó Pizarro. A la muerte de Pizarro, los Atavillos se dividieron en varias encomiendas; los encomenderos fueron los siguientes: Francisco Pizarro; Hernando de Montenegro, el viejo (1549), con 1500 tributarios; Hernando de Montenegro, el mozo, en 1569; Lucía de Montenegro (1590), con 353 tributarios; Juan Gutiérrez Flores; Pedro Alfonso Flores y Montenegro; Petronila Antonia de Uribe y Salazar, y Rodrigo de Obando y Flores, en 1671 (León, 2008). Según Teodoro Hampe, para 1601, a Lucía de Montenegro, heredera del conquistador Hernando de Montenegro y titular de las encomiendas, Andajes y Atavillos le suministraban un provecho de 4584 pesos cada año.

Cabe destacar que, en el tomo II de Tratado de viticultura, se señala que Hernando de Montenegro plantó, alrededor de 1547 o 1548, en estas zonas la primera viña del Perú y obtuvo una abundante cosecha en 1551 (Hidalgo e Hidalgo, 2011, p. 1470).

Daphne Cornejo Retamozo
Estudios Indianos

Recursos digitales

• Hampe, Teodoro, «Sobre encomenderos y repartimientos en la diócesis de Lima a principios del siglo XVII», Anuario de Historia de América, núm. 23, 1986, pp. 121-143.
• León, Dino, Evangelización y control social en la doctrina de Canta, siglos XVI y XVII, tesis de maestría en Historia, UNMSM, 2008.
• Pereyra, Hugo, «Mita obrajera, idolatría y rebelión en San Juan de Churín (1663)», Boletín del Instituto Riva-Agüero, núm. 13, 1984, pp. 209-244.